Del Enfoque Push al Enfoque Pull en el control de inventarios

Evolución

Por definición, el sistema de control de inventario debe ser capaz de gestionar la demanda del cliente, dicha demanda controlará los costos de inventario, transporte, de pedido y de almacenamiento. Estos sistemas de control de inventario se debaten entre los enfoques Push y Pull.

El enfoque Push ("Empujar") surge como consecuencia de la Segunda Revolución Industrial, aproximadamente en los años 1900. Los consumidores de aquella época eran individuos con necesidades insatisfechas y un poder de compra limitada, en resumen, con carencias de todo tipo. Se desarrolló entonces un modelo de negocio orientado a la fabricación de productos en grandes lotes, a bajo costo unitario, dirigidos a las grandes masas; esto se logró aprovechando la economía de escala y apostando a la eficiencia continua en toda la cadena de producción (costos, mano de obra, proveedores, etc.).

Las empresas se concentraron más en lo que querían fabricar, en quién lo va a fabricar y en la conveniencia de fabricar, que en el cliente. Dos frases describen a la perfección el enfoque Push, ambas de Henry Ford: “Si hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido”, en donde se evidencia cómo las empresas buscaban vender a un consumidor con profundo desconocimiento y cero decisión de compra; y “Un cliente puede tener su automóvil del color que desee, siempre y cuando desee que sea negro”, sobreponiendo los bajos costos de producción al deseo del consumidor.

Las empresas suponían que la demanda era infinita, que, como había poca oferta, los clientes no tenían otra opción que lo ofrecido por el mercado con necesidades que permanecían invariables. Los fabricantes sabían que sus productos alguien los compraría y que era posible exprimir al máximo el uso de recursos para conseguir una mayor rentabilidad.

Este sistema llevado al control de inventario, se caracteriza por pronosticar, mediante análisis estadístico de tendencias observadas en datos históricos, el stock necesario para satisfacer la demanda del cliente (forecasting). La empresa produce suficiente producto como para cubrir la demanda predicha y “empujar” el producto hacia el consumidor. Básicamente, la empresa es quien determina cuál va a ser la demanda del mercado.

Una desventaja del enfoque Push son las previsiones inexactas, ya que evidentemente las ventas pueden ser impredecibles por el éxito de nuevos productos o campañas publicitarias, respuesta de la competencia, cambios en la economía del mercado regional, etc. Otro problema con los sistemas de control de inventario Push es la  saturación de los productos en el inventario, aumentando los costos de almacenamiento (costo financiero).

Igualmente, las empresas quedan expuestas tanto a la devaluación de la mercancía como a la pérdida total de su valor (por caducidad, por quedar obsoleta, etc.), y se pierden posibilidades de personalización del producto.

Este sistema fue exitoso por mucho tiempo, hasta que en los años 2000 tuvo una  crisis y hubo un quiebre: el mercado había cambiado.

Ahora había una base productiva extendida, demasiados fabricantes y un entorno altamente competitivo; al existir un nivel de vida de las masas más elevado, la demanda no responde a necesidades prácticas sino a la novedad; y finalmente, las masas tienen un gran poder de compra y capacidad de toma de decisiones, rechazan que se les "empujen” cosas.

La oportunidad de negocio ya no está en producir a gran escala y bajos precios, sino en satisfacer rápidamente las necesidades, a través de la flexibilidad de los procesos y la capacidad de ajustarse rápidamente a los deseos del mercado.

En el enfoque Pull se tiene presente que la demanda es limitada, existen muchas opciones, los mercados y las necesidades cambian cada vez más rápido, si se puede vender, se puede fabricar, y  más importante es ser flexible que eficiente. 

"Una empresa puede fabricar eficientemente y quebrar por falta de capital de trabajo".

La flexibilidad permitirá adaptarse rápidamente a lo que demanda diaria del mercado. Actualmente los clientes valoran empresas que brinden una capacidad de respuesta acorde a los nuevos tiempos.

Por lo anterior, el control de inventario comienza con el pedido del cliente final, luego de lo cual se reporte las cantidades vendidas en el punto de venta respectivo. El sistema de producción y distribución reacciona según la demanda en tiempo real (o de forma diaria); según el público va consumiendo la mercadería. El objetivo de un sistema Pull es reducir al máximo los desperdicios en la fabricación y disminuir los costos asociados al almacenamiento de stock (costo financiero).

Una ventaja de este sistema es que no habrá exceso de inventario que necesite ser almacenado, reduciendo los costos de transporte y de almacenamiento de mercancías. Este sistema obliga a las empresas a optimizar su producción y logística. Lo anterior cuestionando algunos paradigmas empresariales.

 

Sistema Pull–Push

Algunas empresas han implementado un sistema de control de inventario Pull-Push, que combina lo mejor de ambas estrategias. Un enfoque Pull-Push efectivo utiliza la venta real de mercancías para "jalar" a las áreas de producción y compras; pero tiene en cuenta información relevante de, por ejemplo, estacionalidad en la demanda o una próxima promoción para "empujar" los productos que serán necesarios a futuro; con base en un pronóstico lo más exacto posible. 

El objetivo final es contar con un alto nivel de servicio con un nivel de inventario óptimo.

Con un sistema de control de inventario Pull-Push, los planificadores pueden aplicar soluciones sofisticadas para desarrollar políticas para abordar las necesidades de producción y compras a corto, mediano y largo plazo. 

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